El Oporto de Mourinho estaba dotado de una gran capacidad física capaz de someter al rival manteniendo un ritmo alto de partido, un equipo bien conjuntado que ejercía una gran presión sobre el equipo rival y un centro del campo idóneo en labores defensivas y destrucción del juego rival.
Aparentemente fue un equipo más bien simplón del que no se conocían jugadores determinantes, si bien acabarían triunfando en Europa.
En portería: Victor Baía, portero experimentado que aportaba seguridad al equipo.
La defensa, estaba formada por una linea de 4 zagueros; 2 laterales ( Valente y Ferreira) y 2 centrales ( el capitán Jorge Costa y un inexperimentado Carvalho que acabaría siendo uno de los mayores centrales de Europa).
El centro del campo, se podría considerar el alma y el sostén del equipo, formado por un trivote de corte defensivo formado por: Maniche, Costinha y Mendes. Éstos jugadores eran los encargados de ejercer una fuerte presión sobre el contrario y de arruinar los ataques rivales.
Del ámbito creativo se encargarían Deco y Carlos Alberto, jugadores bien dotados técnicamente ayudados por una buena condición física. Por tanto se diría que el ataque pasaba siempre por los pies de Deco.
La delantera, formada por un solo punta; Derlei, sin mucha capacidad goleadora pero siempre incansable en la presión.
Finalmente Europa se rindió a la capacidad de Mourinho para realizar este juego no vistoso pero muy efectivo. Tras varios equipos que ya iremos viendo, Mourinho siempre deja su rastro por donde pasa y proporcionando sus ideas del fútbol a todos los equipos entrenados; basadas en la seguridad defensiva y en transiciones cortas pero efectivas.